Sopa de cebolla

Sopa de cebolla

A veces, lo simple tiene el poder de reconfortarnos de forma profunda. Una cebolla, lentamente caramelizada, puede contarnos historias, despertar memorias… incluso provocar lágrimas. Pero cuando le damos tiempo, cuidado y presencia, se transforma en algo hermoso: una sopa que no solo alimenta el cuerpo, sino también el corazón. Porque cocinar no es solo mezclar ingredientes. Es una oportunidad para estar presentes, para crear nuevas memorias, para sanar y compartir. Esta sopa de cebolla es prueba de que lo cotidiano también puede ser especial. Hoy, tomate el tiempo. Corta, llora si hace falta, y cocina algo que te recuerde que estás vivo.

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